Desorden.
Falta de organización.
Ropa en el suelo. Camas deshechas. Revistas por doquier.
Afuera, voces. Risas que dejo atrás.
Mi cabeza repleta de palabras que no forman parte de las oraciones que quiero pronunciar. Digo lo que no creo, mientras imagino lo que quisiera decir.
'Tiempo al tiempo', 'No hay mal que por bien no venga', 'Al mal tiempo buena cara' me persiguen las frases hechas que pierden el sentido con el correr de los segundos.
Canciones que reviven recuerdos.
Falsa felicidad. Escondidas las lágrimas bajo una sonrisa dibujada. Una sonrisa que se borra minuto a minuto.
Meditar mirando a un punto, proyectando hacia la nada. El mundo se hace inmenso, y me pierdo entre la gente, buscando respuestas en desconocidos.
Entré en los espejos de la razón del corazón, en la que me veo constantemente sola, sentada.
Imaginandome, imaginandote.