Llaman al telefono. Es tan tarde en la noche que el silencio parece haber desaparecido entre todas las cosas.

Corro para atender el llamado, asustado, pensando lo peor. Una voz me dice sollozando que extraña la luz, el sol. Que quiere volver a ver su sonrisa en el reflejo. Alguien que extraña soñar, a quien la soledad lo tiene como prisionero y en la misma celda los recuerdos empeizan a acumularse. Dice que no soporta mentirse a si mismo, que se cansa de creerse fuerte. Que es debil, y lo suficientemente carente de inteligencia como para llorar por nombres que no valen la pena. Que es la persona que se atormenta con aquella realidad que le inventaron quienes quisieron escaparse de la propia. A quien lastimaron, para olvidar. Es quien hoy debe borrar, lo que empeiza a recordar . Ese alguien que buscan las palabras para aterse a su boca, y los te quieros se le escapan cuanto mas los niega.

Oigo la voz en el telefono miro al espejo enfrente mio... y pregunto perdido y hasta sumergido en mis sueños.

-¿Quien habla?

Contestan al otro lado

-Soy vos-