lunes, 14 de marzo de 2011

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Me había preguntado mil veces cuando llegaría el momento en el que todo cambia. Esperaba con ansias la vuelta de tuerca, el prestigio de este gran truco de magia. Me la pasaba buscando aquello que ya estaba ante mi, corriendo frente a mis ojos. En tan solo una milésima de segundo caí en la cuenta de que era mi hora. Era el momento de hacer valer mis pensamientos, era mi oportunidad de hacer realidad esas fantasías. Miré hacia el cielo, mientras esperaba que comenzase la canción que había seleccionado para que me acompañara en esta aventura. Cuando todo estuvo listo di el primer paso. Luego otro, y así hasta que me encontré caminando en dirección al futuro.
Llegué, y sonreí satisfecha. Volví a mirar el cielo y recordé que a las palabras se las lleva el viento. Estiré mi mano, cerré mis ojos e intente agarrar un montículo de letras que pasaban por mi mente. Me di vuelta y abrí los espejos de alma.
-Ya es suficiente por hoy - me dije.
Di el primer paso. Luego otro y así hasta que me detuve en el presente. Esta vez no miré hacia adelante y tampoco hacia atrás. De nada sirve caminar sin disfrutar el paisaje.

1 comentario:

Pilar dijo...

Ni Lennon con una pepa te supera